Otra de las más directas y concisas historias Zen que he podido disfrutar y que me impacta siempre como la primera vez que la leí se encuentra en esa joya que he citado tantas veces en este blog: "Carne de Zen, Huesos de Zen." Se trata de la historia 67 de esta recopilación y narra la conversación
Hoy quiero comentar una de las más bellas historias zen, de las tantas recopiladas en "Carne de Zen, Huesos de Zen", que ilustra de manera directa otra de las grandes enseñanzas del budismo. Romper con el dogma y la falsa interiorización de enseñanzas frías y repetitivas. Cierta o leyenda esta historia